Davidovich hace historia en un caliente partido ante Rune y alcanza los octavos de Madrid por primera vez
Más firme, sobre todo al final, el español Alejandro Davidovich sacó adelante la batalla emprendida con el danés Holger Rune, noveno jugador del mundo, y se situó en los octavos de final del Mutua Madrid Open, su mejor registro hasta ahora en el Masters 1000 de Madrid.
El andaluz se impuso este domingo por 7-6(1), 5-7 y 7-6(5) después de tres horas y seis minutos de una cerrada lucha que premió la resistencia y el atrevimiento del español que se enfrentará en octavos al croata Borna Coric, verdugo del polaco Hubert Hurcakz.
El malagueño acabó con la buena racha de su adversario que afrontó el duelo con cinco victorias seguidas como bagaje. Cuatro de la semana pasada que le dieron el título de Múnich y la de segunda ronda, ante el kazajo Alexander Bublik, en la Caja mágica hace dos días.
Fue un duelo tenso, desafiante, embarrado en momentos. Sobre todo al principio y que se acentuó cuando el danés borro la marca de una bola que reclamó como mala Davidovich y que la revisión automática (sistenta Foxtenn) dio como buena. La actitud de Rune molestó al público que acentuó su desaprobación.
Son dos jugadores de carácter Davidovich y Rune, un jugador que parece disfrutar en los desafíos y de los ambientes tensos como el que estuvo instalado durante un tiempo en la pista del estadio Manolo Santana. Hubo llamadas de atención del juez de silla, el brasileño Carlos Bernardes.
Al margen de todo ello, aplacado paulatinamente con el paso de los juegos, el pulso fue firme. Ninguno cedió en un primer set resuelto para el español en el desempate. Después, llegaron las primeras roturas de saque y el danés se hizo con el partido, estuvo más firme en el tramo final del segundo set e igualó el duelo.
La tercera y definitiva manga recuperó el equilibrio. El español mantuvo el tipo ante las acometidas de su rival. Empató a pesar de perder el servicio al principio. Se mostró firme con el físico. Resistió ante el saque de Rune, un arma resolutiva a la que recurrió en cada contratiempo.
Después de una nueva rotura en el décimo parcial sacó Davidovich para ganar el partido. No estuvo inspirado y Rune compensó la situación e igualó a 5 después de ir por detrás 5-3. El choque quedó abocado al desempate donde emergió otra vez el español, que resistió hasta el final. Lo celebró a lo grande, como merecía la ocasión, a saltos, en la pista y agradeciendo al público todo su apoyo para la victoria.
Más firme, sobre todo al final, el español Alejandro Davidovich sacó adelante la batalla emprendida con el danés Holger Rune, noveno jugador del mundo, y se situó en los octavos de final del Mutua Madrid Open, su mejor registro hasta ahora en el Masters 1000 de Madrid.
El andaluz se impuso este domingo por 7-6(1), 5-7 y 7-6(5) después de tres horas y seis minutos de una cerrada lucha que premió la resistencia y el atrevimiento del español que se enfrentará en octavos al croata Borna Coric, verdugo del polaco Hubert Hurcakz.
El malagueño acabó con la buena racha de su adversario que afrontó el duelo con cinco victorias seguidas como bagaje. Cuatro de la semana pasada que le dieron el título de Múnich y la de segunda ronda, ante el kazajo Alexander Bublik, en la Caja mágica hace dos días.
Fue un duelo tenso, desafiante, embarrado en momentos. Sobre todo al principio y que se acentuó cuando el danés borro la marca de una bola que reclamó como mala Davidovich y que la revisión automática (sistenta Foxtenn) dio como buena. La actitud de Rune molestó al público que acentuó su desaprobación.
Son dos jugadores de carácter Davidovich y Rune, un jugador que parece disfrutar en los desafíos y de los ambientes tensos como el que estuvo instalado durante un tiempo en la pista del estadio Manolo Santana. Hubo llamadas de atención del juez de silla, el brasileño Carlos Bernardes.
Al margen de todo ello, aplacado paulatinamente con el paso de los juegos, el pulso fue firme. Ninguno cedió en un primer set resuelto para el español en el desempate. Después, llegaron las primeras roturas de saque y el danés se hizo con el partido, estuvo más firme en el tramo final del segundo set e igualó el duelo.
La tercera y definitiva manga recuperó el equilibrio. El español mantuvo el tipo ante las acometidas de su rival. Empató a pesar de perder el servicio al principio. Se mostró firme con el físico. Resistió ante el saque de Rune, un arma resolutiva a la que recurrió en cada contratiempo.
Después de una nueva rotura en el décimo parcial sacó Davidovich para ganar el partido. No estuvo inspirado y Rune compensó la situación e igualó a 5 después de ir por detrás 5-3. El choque quedó abocado al desempate donde emergió otra vez el español, que resistió hasta el final. Lo celebró a lo grande, como merecía la ocasión, a saltos, en la pista y agradeciendo al público todo su apoyo para la victoria.